Ante todo un fuego, quizás no un gran incendio, más bien la llama de una pequeña cerilla que prenda algunas hojas, que alcancen e incendien un par de leños y terminen formando una hoguera que nos acoja. Una pequeña hoguera que en cierta manera nos salve con su calor y que en el vaivén de sus pequeñas llamas nos permita perdernos, pararnos a pensar, a disfrutar, a reír, a gritar, a danzar, a escuchar.

Sobre todo y como única meta lograr un pequeño fuego en el que encontrarnos a través de bits incandescentes que nos calienten en el fragor de las batallas cotidianas.

Más allá de eso no existe un tema sino experiencias, proyectos, materiales que nos llaman y conmueven, sean producción propia y ajena, estén realizados por una persona o por muchas. Si bien es la iniciativa de dos, pretende ser una iniciativa que acoja a quienes lo deseen, esperando que a esos dos troncos puedan unirse otros troncos y aumentar así su calor.